Ha pasado una semana desde que Rosa nació. Su padre, Celio, dice: "Ha sido la semana más corta y la más larga de nuestras vidas". Silvia, la madre de Rosa, comparte que no podría imaginar la vida sin la pequeña Rosa, y sin embargo, "¡Ha sido mucho trabajo!"
Silvia y Celio están tan contentos de haber asistido a las clases prenatales de lactancia y de recién nacidos. Registrar esos pipis y cacas ha confirmado que Rosa está comiendo lo suficiente. A lo largo de varios días, Silvia se sintió confiada al interpretar las primeras señales de alimentación de Rosa. Celio asumió con entusiasmo el papel de entrenador de lactancia. Ayudó a Silvia a comprobar que la oreja, el hombro y la cadera de Rosa estuvieran alineados cuando ella está en el pecho. Aunque se necesitaron algunos días para ajustar ese agarre, Silvia está ahora cómoda amamantando.
Silvia y Celio están empezando a notar los sutiles "SOS" de Rosa. Cuando Rosa aparta la mirada de Celio, él la sostiene suavemente en su hombro y siente que se relaja en sus brazos. Silvia está empezando a identificar qué estimulación funciona mejor para mantener a su hija amamantando. Ella nota que comprimir el pecho durante la lactancia es más efectivo que hacerle cosquillas al bebé o ponerle un paño frío en la cabeza.
La ciencia: Educación prenatal y la seguridad de los padres
La investigación es clara. La educación prenatal es de vital importancia para ayudar a las madres a cumplir sus objetivos de lactancia y para aumentar su confianza como nuevos padres. El hecho de poder detectar a tiempo una preocupación sobre la lactancia materna y saber dónde obtener ayuda, evita que los pequeños problemas se conviertan en grandes problemas.
Las investigaciones sobre el desarrollo infantil confirman que la confianza de los padres es la clave para promover el crecimiento y desarrollo óptimos del bebé. Aprender a descifrar el lenguaje corporal de un bebé y responder eficazmente a lo que ese bebé "dice" son habilidades que han construido la confianza de estos padres.
Un momento de "revelación" -- cada día
Silvia y Celio recuerdan haber escuchado en clase que "Todos los nuevos padres se sienten confundidos durante esas primeras semanas. Ese sentimiento de confusión los hará estar más atentos a su bebé y los ayudará a aprender más cada día acerca de ser un nuevo padre". Aunque Silvia y Celio se prepararon bien para ser padres, ahora saben que "Rosa es nuestra mejor maestra".
"No necesitamos ser perfectos", comparte Celio. "Sólo necesitamos disfrutar de nuestro bebé y prestar atención a lo que nos dice". "Sí", añade Silvia. "Cada día es una aventura y un milagro. Disponemos de mucho tiempo para descubrirlo todo".